jueves, 5 de noviembre de 2009

HALLOWEN O QUÉ????

La educación en mi rancho, siempre ha sido prioritaria; porque hay el convencimiento de que, solo con ella, es como se puede garantizar un desarrollo sustentable de la sociedad. Sin embargo, en el proceso de educación se dan hechos, o eventos, que llevan a reconocer que hay distorsiones en la formación cultural. En estos días, por ejemplo, la polémica es sobre: ¿Halloween o Día de los Muertos? Una, tradición norteamericana, la otra, muy nuestra.
¿Qué deben hacer los padres que tienen hijos en edad escolar? En mi caso como padre es un sentir único o simplemente ir con la línea pública, que baja de la Secretaria de Educación Pública, y que en el Estado corresponde a don Peñita Nieto, que llega hasta el profesor que esta frente a un grupo; o en todo caso, ir con la inquietud de su idea, emocionado, se ilusiona con que, el día de Brujas, puede salir a la calle, disfrazado, y solicitar su “Halloween”: dulces, golosinas o incluso hasta dinero.
Hay un hecho incuestionable: por un lado, las autoridades de la educación pública, buscan a toda costa impulsar las tradiciones de identidad mexicana. Por eso, el gobernador Peña Nieto, ordena que cada lunes que se hagan honores. Y por el otro lado, en las escuelas privadas –en estancias y en los kinder-, se promueve e impulsa el festejo; en tanto que los medios de comunicación hacen otro tanto… y los antros, para los más grandes, hacen su promoción de “Noche de brujas”.
Son dos eventos prácticamente simultáneos: para festejar Halloween y para festejar el Día de Muertos. Para el segundo, las instancias culturales estatales y municipales, incluso hasta políticas, promueven que se construyen “Altares de Muertos”: como una forma de continuar, de preservar, el culto que tenemos por quienes, siendo nuestros familiares o amigos, se nos han adelantado en el Viaje. Así, por ejemplo, ya es una tradición que la Derecho y Ciencias Sociales, haga entre sus alumnos un concurso que, en los últimos años, se desarrolla en la Plaza de las tres culturas en Texcoco, para que la población sean testigos.
El caso de Halloween significa que, por la noche de Brujas, vemos desfilar a un grupo de niños –de un barrio o de un fraccionamiento-, con algunos emblemas de “brujas”, sombrero de cono, la escoba, vestidos de negro, a veces acompañados de un adulto que los cuida… tocan una y otra puerta, solicitando su “Halloween”. Es común, a veces, que en las calles, en las banquetas o en algunas paredes de casa, se vean los vestigios de “huevos” que fueron lanzados por “Halloween”, como una reacción a no recibir “Halloween”.
En esta lucha, entre el “Día de Muertos” y la “Noche de Brujas” poco a poco va perdiendo terreno el festejo de “Altares de Muerto”. Otra cosa, muy distinta, es la romería, la visita, que gran parte de la población hace a los panteones: visitar, limpiar, colocar flores y hacer oración por los seres queridos muertos, es algo que –creo-, difícilmente se habrá de terminar. Las nuevas generaciones crecen, ya, con la costumbre, con el habito de La noche de brujas.
Nosotros, como responsables de la educación básica en mi entidad, hemos lanzado una y otra amenaza a los profesores: independientemente que sean castigados por las autoridades si hacen puente, simplemente serán castigados si promueven la Noche de Brujas. Pero, ¿Qué sucede con las escuelas privadas? Porque ellas, de manera pública, abierta, involucran a docentes, personal y hasta a los padres de familia en la “Fiesta de Halloween. ¿Deben ser castigadas?

Que mas da seguiremos en desconcierto….
Por el hobbit osorio

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